jueves, 15 de octubre de 2015

LA METÁFORA DEL AUTOBÚS



En la vida vamos conduciendo un autobús por la carretera que lleva hacia nuestras metas y objetivos en la dirección que nos marcan nuestros valores. Llevamos con nosotros en el autobús pasajeros, que son nuestros pensamientos, sentimientos y emociones. Muchos de ellos nos ayudan en nuestro camino. Algunos de estos pasajeros nos incomodan prediciéndonos catástrofes que nos pueden ocurrir. Cuando lo hacen, se lanzan sobre nosotros, se enganchan en nuestras entrañas mientras conducimos mientras nos dicen cosas como: “sintiéndote como te sientes”, “si sigues ese camino vas a sufrir mucho”, “te vas a estrellar”, “vas a tener un accidente”, “te vas a morir”, “te vas a volver loco”, “se van a reír de ti”, “te vas a quedar solo”, “te van  a despedir”, no vas a llegar nunca”. Y además nos dicen lo que tenemos que hacer para evitarlo: “tuerce ya”, “haz lo que sea para evitarlo”, “no sigas el camino que tanto deseas porque va a ser un desastre”, “¡no lo hagas!”, “¡para!”. A veces solamente oímos la catástrofe y otras veces solamente el consejo; pero siempre están diciéndolas dos cosas. Tenemos varias alternativas de comportamiento en esa situación. Una de las alternativas que tenemos es hacerles caso. Otra: la solución a los pensamientos, sentimientos, sensaciones y emociones que nos quieren llevar en dirección contraria a nuestros objetivos, intereses y valores es la ACEPTACIÓN. La ACEPTACIÓN consiste en escuchar su amenaza pacientemente, sin discutir con él, aceptando que puede ocurrir la catástrofe que nos predice, aunque realmente nos dé mucho miedo y nos sintamos fatal; y sintiéndonos como nos sintamos, no hacerle caso en el consejo que nos da, no llevando a cabo las acciones que nos propone para evitar la catástrofe, es decir, seguir adelante y arriesgarnos a encontrar el desastre. No podemos dejar de escucharle porque chilla mucho ni de sentir la sensación que nos causa, aceptando todo eso, se trata de seguir conduciendo por la carretera por la que queremos ir. De esta forma seguiremos el rumbo que hemos elegido en la vida y la desgracia que nos han predicho, y las emociones y sensaciones que sentimos tendrán un sentido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario